Tipos de cáncer de piel

Aunque existen otras formas poco frecuentes, hay cuatro tipos principales de lesiones que deben buscarse en un examen para detectar si existe un cáncer de piel.

 

Carcinoma Basocelular

Es la forma más común de cáncer de piel, aunque también la menos peligrosa. Normalmente se presenta como un “bulto” de color en la piel, brillante, de apariencia aperlada, una herida que no se cura o un “bulto” ligeramente cubierto por una costra que crece lentamente con el paso del tiempo (durante meses o años). Si no se trata, puede ulcerarse e invadir tejidos en profundidad, pero no produce metástasis.

 

Queratosis Actínica

Las lesiones son precancerosas; en el 10 – 15% de los casos pueden evolucionar a carcinomas espinocelulares, por lo que deberían tratarse para impedir su progresión. Se presenta con más frecuencia en personas de mediana edad y en ancianos, en zonas con una mayor exposición al sol como la cara, el cuello, las orejas, el dorso de las manos y el cuero cabelludo. Se presenta en forma de manchas de color marrón-rojizo con escamas y de tacto áspero o rugoso. 

 

Carcinoma Espinocelular

Se trata del segundo tipo más común de cáncer de piel y aparece en aquellos lugares que han estado expuestos al sol de forma prolongada, como la cara y el cuero cabelludo. Se presenta como una costra abultada que puede crecer rápidamente y puede llegar a ulcerarse y supurar. Puede extenderse con rapidez, especialmente si se encuentra en los labios, las orejas, los dedos de las manos y los dedos de los pies, o en pacientes inmunodeprimidos. Resulta esencial tratar este tipo de tumores porque tiene un mayor potencial de desarrollar invasión local y metástasis.

 

Melanoma 

Es el tipo de cáncer de piel menos frecuente, pero también el más peligroso. Puede desarrollarse en personas de cualquier edad, a diferencia de otros tipos de cáncer de piel que son más comunes en personas mayores. Con apariencias muy diferentes, puede presentarse como una mancha pigmentada que se vuelve oscura, que puede desarrollar bordes irregulares, diferentes colores con el paso del tiempo, o convertirse como en un “bulto” rosado o rojizo que crece rápidamente. Puede extenderse internamente (dar metástasis), por lo que es necesario tratarlo con lo antes posible.